jueves, 4 de octubre de 2012

VISITARAS NACIONES


          El ministerio intercesor es clave en los tiempos actuales, los intercesores son de vital importancia en los poderosos movimientos y avivamientos que el Espíritu Santo está gestando por toda la tierra, existen muchos cristianos que jamás se subirán a un pulpito en otros países distintos al suyo, o tal vez ni siquiera lleguen a predicar en tarimas de sus propias naciones, pero, que de seguro el Señor los usará poderosamente en la intercesión a favor de predicadores y misioneros, y de seguro visitaran naciones y pueblos por medio de sus oraciones, estas oraciones tienen gran influencia en la evangelización de esos lugares.
Hace años conocí a un pastor brasilero cuyo testimonio me llamó mucho la atención y por ende escribí en uno de mis libros, este pastor – misionero se llama Vanderlei Florencio Da Silva, en ese tiempo el acababa de llegar a la ciudad de Maracay – Venezuela, a pastorear una pequeña, pero muy hermosa congregación, el mencionado ministro provenía de una iglesia enorme llamada “Grande Templo de Cuiabá, perteneciente a las Asambleas de Dios en el Brasil, este es el testimonio del hermano Da Silva, quien aparte de pastor, destaca como un muy efectivo intercesor:
“¡Visitaras naciones! Estas fueron las palabras que el Señor por su Espíritu me dijo poco después de hacerle una promesa.
Todo comenzó un día viernes en la madrugada, cuando me encontraba orando junto a uno de los jóvenes de la iglesia que pastoreo, acabábamos de concluir una vigilia de oración y mi corazón para aquel entonces estaba angustiado y preocupado por el bajo crecimiento que para aquel entonces tenía la iglesia que pastoreo.  
Luego de culminar un trabajo misionero entre los indígenas, volví a mi iglesia base, una de las iglesias más grandes de mi país, el grande Templo de Cuiabá, ubicado en el Mato Grosso, con capacidad para varios miles de miembros cómodamente sentados, varios pisos de alto, un estacionamiento para dos mil vehículos, estación de radio, un inmenso comedor, hospital, universidad y seminario bíblico entre otras cosas más dentro de la misma edificación.  En ese tiempo fui enviado de misionero a Venezuela (próximamente iré a otro lugar).
El lector debe entender que mi nueva iglesia era para mí demasiado pequeña, y para colmo me costaba bastante que la gente se convirtiera y viniera a congregarse al lugar; yo deseaba ser pastor de una iglesia muy grande y de muchos miembros como a la que me había enviado en Venezuela o como la que pastorea José Satirio Dos Santos en Cúcuta – Colombia.
Volviendo al tema de aquel viernes en la madrugada, pasaba el tiempo y aquel joven y yo orábamos al Señor, y fue entonces que el Espíritu Santo habla claramente a mi corazón y dijo: “¡Visitaras naciones! Y serás pastor de multitudes… Yo pregunte: ¿Cómo Señor? El Señor Dios me contestó: No comprarás boletos aéreos, ni rodoviarios, ni marítimos, ni utilizarás ningún otro medio de transporte humano… Sino que visitarás a las naciones, a través de la oración de intercesión; y aún me dijo más: y serás pastor de una gran muchedumbre, pero no los conocerás, pues los ganarás a través de las visitas que en oración harás a las naciones… serás para ellas una especie de  “pastor espiritual”, invisible, sí invisible, pero real y eficaz, no te preocupes por el poco crecimiento numérico de la iglesia que te confíe para que la pastorees, sé fiel en lo poco, porque sobre mucho te voy a poner… Terminamos aquel tiempo de oración y no sentí sueño, ni cansancio, y mejor aún Dios mismo me quitó todas las angustias e incertidumbres que hasta ese entonces atormentaban mi corazón.
A partir de aquel día, compré un inmenso mapamundi y comencé a orar por todos los países de la tierra y en la vigilia siguiente oramos por cada uno de los continentes, país por país e isla por isla ¡Fue una noche de intercesión mundial!

mapamundi
(tomado de: portalplanetasedna.com.ar)
El pastor Vanderlei, quien escribiese para mí estas líneas ya no está en la ciudad donde resido, es más desconozco a donde lo llevó su pasión misionera, no sé si de nuevo esta viviendo en medio de una tribu indígena, si fue enviado a otra ciudad de Venezuela, si volvió a su iglesia en Brasil, o si el Señor le dio la iglesia grande que añoraba o si tal vez está formando una pequeña obra nuevamente. Tengo muchas incógnitas en lo que a la vida de mi consiervo amado respecta, de lo que sí estoy seguro que esté donde esté continúa su labor como evangelizador de multitudes, orando de rodillas por los misioneros, pastores y evangelistas que predican alrededor del mundo y por los habitantes de las naciones que no conocen al Señor, me alegra mucho que encuéntrese donde se encuentre, persiste en su intercesión por las multitudes y por la obra, no sé si algún día en mi caminar cristiano vuelva a entrecruzar mi senda con el protagonista de la historia que les trasmití, lo que sí puedo aseverar es que él sigue visitando las naciones, sin boletos aéreos, pasajes de bus, ni ticket marítimos, él, conforme a la palabra que Dios por su Espíritu le dió, las visita por medio de la oración intercesora.                             
(TOMADO DE: ADIESTRANDO A LOS SOLDADOS DEL TERCER DÍA, GUÍA PARA LA INTERCESIÓN EN IBEROAMERICA, GERMÁN J. RIVAS, EL SHADAY, 2012)

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