sábado, 12 de mayo de 2012

OMNISCIENCIA II


LOS MONTES DE LOS MARES

Me gusta mucho observar documentales históricos, arqueológicos, geográficos y de animales salvajes, ¡Me apasiona la investigación! Hace poco tiempo, miré un documental que hablaba sobre las fosas marinas y en el describían la existencia de grandes montes submarinos e incluso volcanes sumergidos en lo profundo de la mar.



MAPA DE LOS MONTES SUBMARINOS DE ALARCÓN
(TOMADO DE  MBARI.ORG)

Me llamó profundamente la atención el hecho de que el narrador mencionase el hecho de que fue hace aproximadamente un siglo que la ciencia “descubrió”  la existencia de montañas en las profundidades del océano, pero…  más  atrajo mi atención el que: La omnisciencia divina ya lo había mencionado en el pasado... Y ¡Con centenares de años de antelación!... 

 Jonás 2 Para muchos es: solo una parte de una especie de narrativa didáctica y espiritual, para algunos es un cuento que deja una buena enseñanza y para otros, es simplemente una historia, un cuento de un tipo que supuestamente fue tragado por un gran pez… O sea una especie de Gepetto (el viejito de Pinocho) pero de características bíblicas… ¡Que locura!

GEPETO Y PINOCHO EN EL VIENTRE DE LA BALLENA
(TOMADO DE FONDOSPEDIA.COM)

De ser alguna de estas cosas, estoy totalmente seguro de que: el Señor Jesucristo no hubiese hablado de la predicación de Jonás y de cómo los ninivitas acataron sus palabras, tampoco habría mencionado a la señal de Jonás, ni acotado que él era mayor que Jonás.

Lucas  11:32 (RV 60)
“Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán, porque a la predicación de Jonás se arrepintieron, y he aquí más que Jonás en este lugar”.

Volviendo al tema de las montañas sumergidas en las grandes fosas marinas, tenemos que: el profeta ora desde lo profundo del vientre del pez y dice:
Jonás 2:3-6 (RV 60)

“Me echaste a lo profundo, en medio de los mares, y me rodeó la corriente; todas tus ondas y sus olas pasaron sobre mí. Entonces dije: Desechado soy delante de tus ojos; más aún veré tu santo templo. Las aguas me rodearon hasta el alma, rodeóme el abismo; el alga se enredo en mi cabeza. Descendí a los cimientos de los montes; la tierra echó sus cerrojos sobre mí para siempre”
La versión Reina Valera 60 menciona la frase:

“descendí a los cimientos de los montes”... O sea, que: Jonás  bajó hasta “las faldas mismas” de las montañas sumergidas en el mar.
Otra versión muy conocida la versión Biblia al Día, habla de: “Las raíces de las montañas que salen de lo profundo del oceano”, veamos:

Jonás 2:3-6(Biblia al Día)

 “Me arrojaste a las profundidades del mar, me hundí en las corrientes de las aguas, y las olas tempestuosas pasaron sobre mí. Entonces dije: Oh, Jehová, tú me has rechazado y me desechaste, ¡Como volveré a ver tu santo templo? Las aguas me rodearon y la muerte me cercó, las aguas se cerraron sobre mí; las algas me envolvían la cabeza. Descendí a las raíces de las montañas que salen de lo profundo del océano, las puertas de la vida se cerraron ante mí y quede cautivo en el reino de la muerte”
 Ahora, bien, ¡Quien podía saber sobre esto hace siglos atrás? En ese tiempo no existían:
      1 Radares
      2 Cámaras submarinas      
      3 Satélites
      4 Sonares
      
Solo la incomparable omnisciencia del Dios Todopoderoso, que todo lo sabe y todo lo ve, ese que revela los secretos más profundos y escondidos, podía adelantarse varios siglos a los descubrimientos de la ciencia moderna.

(Escrito realizado por Germán Rivas, para el mensuario el Heraldo, reservados los derechos)









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